martes, diciembre 05, 2006

Palomas Desaparecidas


En un remolino de plumas se baten las palomas, eternas visitantes de plazas y tejados, frágiles testigos de abrazos y de besos, de personas que en principio, enan@s y saltarines, corretean por las calles, siempre hambrient@s de un recóndito lugar que iluminar con su alegría. Luego, testig@s (las palomas y su versión en masculino) de los primeros y segundos besos menos inocentes, del roce de los cuerpos, las erecciones adolescentes, el olor de una piel fresca que se acerca peligrosamente ajena. Con el paso de los maíces que les arrojan para mantenerlas como el ornato de la plaza, presencian un amor diferente, más tranquilo, que se basta con las manos tomadas y una conversación pausada y fresca, sobre asuntos poco graves, un amor que se parece al tedio. Con el sol en el poniente suelen vigilar a l@s últim@s; quienes adivinaron que en pareja, trío o soledades la parca amable nunca los dejara en el salón de espera; siempre vendrá con una caricia a solucionar la vida.



Esas expectantes, han sido también, desde el principio de los tiempos, fieles seguidoras de las barbaries más infames de nuestra pobre historia humana.

En una plaza ya lejana por el tiempo y la distancia, una cacica venga la muerte de su hijo, quemado ante sus ojos, y con el furor de l@s indígenas de antaño, comienza un episodio de la resistencia indígena que persiste en los espíritus de los hermanos mayores. Tiempo después y omitidos asuntos semejantes, Caldas es ejecutado en otra plaza con la presencia inmutable de las plumíferas, después de haber trazado el resumen de lo que la vida es para tod@s "Oh, larga y negra partida", sin mayor diferencia temporal y muy cerca de Caldas es asesinada, junto a su novio Alejo Savarain, Policarpo Salavarrieta, que legitimo su muerte gritando: " ¡Pueblo indolente! ¡Cuan diversa sería hoy vuestra suerte, si conocieseis el precio de la libertad! Ved que aunque mujer y joven, me sobra valor para sufrir la muerte y mil muertes más". Pero no fue ella quien tuvo que sufrirlas, fuimos tod@s, porque luego de 1819 no cesaron los absurdos, cruentas guerras que necesitan cientos de paginas para narrarlas, pero Homero hace tiempo que reside en el Olimpo y no soy tan diestro para convertir la barbarie en poema. En el 48, en la misma plaza de la que hablamos al principio, cayó un sin fin de hombres y mujeres, bajo el yugo del desenfreno, cayeron después de ell@s y siguen cayendo hoy.



En una plaza cayó también Gaitán, y lágrimas cayeron en las plazas cuando hicieron caer a Pizarro, Pardo y a toda la UP… pero hubo un momento de nuestra historia en la que ni las palomas quisieron ser cómplices por testigos, que huyeron a menos viles lugares, a sitios menos escabrosos donde el demonio se erguiría orgulloso de tan buenos aprendices que ha tenido, pero el pobre no existe y no queda más que asumir la carga a quienes de ella hicieron su estandarte. Decía pues que huyeron las palomas lejos de las muertes que esgrimían a diestra e siniestra, esto es a derecha y a izquierda del panorama político, la hoz más afilada, la rabia más soez; y en su camino se llevaba a l@s otr@s, que sólo por azares estaban allí. Huyeron las palomas ese día y cuentan que pasó mucho tiempo después de que el incendio ceso, para que las palomas volvieran a ver los destrozos, l@s niñ@s ya no tan felices, l@s novi@s ya no tan apasionad@s, l@s espos@s ya no juntos, y l@s viej@s sin querer entender que la muerte estaba ahíta de sangre joven para llevarl@s a descansar, como justo era y merecido estaba, porque todos y todas desde entonces quedamos boquiabiertos frente a la barbarie.


Después del primer cañonazo contra el Palacio de Justicia y quienes allí estaban las palomas se fueron tan lejos que algunas siguen buscando el camino de regreso… están desaparecidas.

viernes, noviembre 10, 2006

Sudor


Tienes el sabor de la hierbabuena en el cabello,
guardas el color de los sauces en tu cuerpo,
el olor de la menta entre tus pechos
y la ambrosía se esconde bajo tu piel.
Hambriento y sediento corro a tu encuentro,
como en busca de la mar la tortuga que rompe el cascaron,
como si fuese el ultimo suspiro de la tierra
me abalanzo a tu beso.
Tiene el mundo el cansancio de otro mundo;
más mezquino,
más pobre,
más temido,
pero también más nuestro,
más humano
Nos encontramos en esas calles grises
tan de nosotros,
tan amables,
tan cercanas,
y tan gélidas
a regalarnos instintos;
uñas, dientes, sudores y misterios.
Nos perdemos en medio del silencio de tu sexo,
agitándonos,
convulsionando
en un último delirio.

martes, octubre 31, 2006

Cúanto Tiempo


Como si fuéramos inmortales,
o como si la muerte estuviese a la vuelta de la esquina
con el frenético sudor de los caballos
con la tersura de un venado en fuga
que nuestra piel roce
que nuestra piel choque
que se estrellen nuestros labios.
Como si fuéramos inmortales
o como si la daga se deslizara
ya
por nuestros pescuezos
corramos al encuentro de los sabores salobres
de los olores salvajes
de los gritos y aullidos.
Como si fuéramos inmortales,
pero no lo somos/
o como si la muerte..
pero no se asoma.

martes, octubre 17, 2006

Diana la cazadora o la espanta muerte




Cuanta sangre has visto
Diana la cazadora
cuanta muerte y cuanto frío
cuantas veces triste lloras
por la última cena
por el camino que han de andar
los que condenados desfilan
hacia el hambriento patíbulo
cuanta lágrima ha rodado de tus ojos
inútil
por los que se han ido
por los que se están llendo
por los que siempre se irán
Más sola
más triste
más bella a cada paso
la muerte te susurra
secretos de otro tiempo
quiere ser tu amiga
quiere contarte entre los suyos
no tomarte entre sus brazos
no cegarte con guadaña
no llevarte a sus jardines
quiere saberte confidente
quiere saberte celestina
quiere contar con tu sonrisa
Pero la noche se ilumina
tus ojos la delatan
huye
se esconde
nunca ser oscuro podrá conciliar
nunca la maldad con la belleza
nunca el odio
nunca la impiedad
nunca
Diana la cazadora de ilusiones
Diana la asesina de tristezas
Diana espantapájaros
Diana espantamuertes

jueves, septiembre 28, 2006

Carta a Revista Número 50

Creo definitivamente en el arte como medio de escape, el problema es que en ultimas nada mejor hacemos que escapar, pero a estas alturas del partido no he podido definir si es o no oportuno.

Soy estudiante de ciencias políticas de la Universidad Nacional de Colombia sede Bogotá, además colaborado como reseñista en algunas revistas y codirigo un programa de literatura en la UN Radio, soy por principio dialéctico, adoro esas extensas discusiones en las que podemos enfrascarnos alrededor de la perspectiva de lo ético y estético, de las tendencias socio-políticas que señalan los gobernantes, de la existencia de la divinidad entendida como Dios o como energía, y un sin fin de naderías que fortalecen el espíritu, construyen pensamiento colectivo o al menos ayudan a pasar la tarde. Muchos de nosotros (estudiantes) nos enzarzamos, como nos corresponde, en divergencias y posturas diversas, ese es el alma de la academia; frente a la resolución de conflictos, desde el imperioso amor por el/la chiquilla, hasta la política económica utilitarista del gobierno nacional.

Y hasta allí todo va bien, pero el ánimo con que los medios masivos de comunicación y los actores armados se han ensañado contra los estudiantes de las universidades públicas, teniendo como cabeza visible a la UN es espeluznante.

Se hacen señalamientos continuos desde la policía, de infiltraciones de los actores armados, y amenazas recientes, por parte de los paramilitares, a los estudiantes que participen en los movimientos estudiantiles o protestas públicas.

Entendamos la gravedad del asunto: en primera instancia las declaraciones de la policía; frente a la explosión del artefacto en el barrio Santa fe, responsabilizan a estudiantes de la UN, además de recibir instrucción militar por parte de las FARC-EP… es decir que la UN es un nicho de guerrilleros, que somos maleantes, que pretendemos, según se entiende desde los medios, aterrorizar a la sociedad civil y que somos objeto de odio, demonios con cachos cola y todo; cuando es desde aquí, en las universidades publicas especialmente, desde donde queremos cambiar los imaginarios, desde nosotr@s para tod@s, cómo puede este país de realitys y espectáculos oropélicos esperar algo distinto de una universidad tan desprestigiada y maltrecha, dejando de nosotros una imagen de bandoleros revoltosos, ¿cómo o qué esperar?

La Universidad Nacional es además de un centro de investigación en todos los ámbitos, continuamente laureada, tanto por su alto nivel en los ECAES, como por los procesos de convivencia que en su interior se desarrollan, sin contar con la aplicación de modelos sociológicos, científicos y humanistas que irradia hacia la sociedad en general. La constante satanización hacia los estudiantes, resta importancia al verdadero trabajo, que desborda a las manifestaciones públicas, y reconfigura la forma de entender la academia.

En segunda instancia, las amenazas continuas de los grupos armados, desanima a los investigadores, somos estudiantes, no tenemos preparación psicológica (ni la pretendemos) para estos avatares, trabajamos continuamente por el desarrollo de un país en guerra, pero eso no nos convierte en soldados, sino en estudiantes en un país en guerra.

Esto para exigir respeto por el trabajo académico de las universidades de nuestro país, exigir que nos dejen fuera del conflicto, que no pretendan que seamos gobiernistas cuando el gobierno tiene políticas contrarias a la academia, pero tampoco subversivos pues van contra los principios humanistas que habitan en nosotros. Exigimos pues mayor inversión en las universidades, mayor apoyo a sus estudiantes y docentes, mayor presteza para sus resultados, y no caer en la trampa de un sistema que enfrenta a hermanos entre si.


José Luis Palacios López
Universidad Nacional de Colombia
Bogotá

Carta II

Entre tanto las mañanas se ponían grises como las tardes, una lluvia sincera y discreta lavaba las calles, arrastraba consigo la hojarasca que vientos mañaneros plantaba como alfombra sobre los carros y el asfalto. A lo lejos un perro ladra, nada particularmente literario, solo ladrar de perro mientras pasa el día, luego viene el silencio, que tendríamos que encomillar porque la ciudad nunca se calla. El recuerdo alegre de tus ojos me atraviesa de rodilla a cinturón y por fin comprendo que es una vigilia fresca, un duerme vela amable y generoso. Ese recorrido por las vísceras que en momentos de ridícula dulzoneria llamamos felicidad, pero que cuando le permitimos a la pelvis un descanso y agenciamos al corazón a que trabaje, nominamos, por la pobreza de la lengua no del sentimiento, amor.

Carta

Nada más bello que la simple oscuridad de los cuartos donde los cuerpos se reinventan, se pierden por sendas antiguas y salobres, por senderos tersos, con una hierba suave y promisoria. Eres como esos pájaros extraños y distantes, llenos de una gracia conferida a los salvajes, puros como la selva desconocida del país de oz. Eres limpida y clara como los jaguares, que a sabiendas que te devorarán no puedes evitar su influjo pendenciero, desbarrancadero seguro pero hermoso. Eres por supuesto como esos viejos gallos que de mirar el vuelo afortunado de otras aves un día sin mas alzan el vuelo y se van nadie sabe a donde, y se llevan su cantar melancólico de amores.

sábado, septiembre 02, 2006

Auschwitz





Los sueños y las ilusiones
del pasado y del presente
se van mezclando en mi mente
de manera irremediable

hasta formar un amasijo
indeleble, que precipita
en mis oídos unas notas
de arcángeles o de diablos.

Hoy sueño o divago con un
dragón de ojos amarillos
que en su vientre trae santos
con heridas de memorandum,

pagando errores de hace
tiempo, mucho tiempo para ser
excusables, los roedores
de la conciencia, su pagaré

hacen efectivo con sangre,
llanto, carne, grasa, vísceras.
En edificaciones blancas
el dragón deja su transporte

desfilan en grupos de triste
sobria soledad, con sus penas,
sin rabino, su Torá y las
nauseas guardadas en el traje.

Es tan corto el recuerdo de
las noches bellas, de los días...
el alba pregunta, ¿dónde vas
si tu cuerpo tiene grilletes?

En coro de silencio dicen:
Detrás de las montañas grises,
más allá de las tristes nubes,
está la gloria del poniente,

no es un rico feudo, no es
un castillo con bellas galas,
no veras volando las hadas,
y la miel no está a tus pies.

Ahora el silencio reina
y los yunques son tan pesados
que los sueños se van volando
donde los recuerdos son vida.

La avaricia es muy costosa
y las cicatrices no se van
lavando las manchas que quedan,
todo concluye en la nada.

Esta historia no tiene final,
creo que tampoco principio,
las flores se visten de luto...
Baudelaire y sus flores del mal.

Nocturno



A sophia

Esta noche estás tan lejos,
tengo tanto frío que no sé
si tu ausencia me mantiene
danzando sobre la triste hoz

o me da fuerza para seguir
triturando la cicuta que
estoy sentenciado a beber,
eres sophia a intuir

y a la vez el arrullo de
las cigarras que cantan
desbocadas hacia el final
de este juego de azares

que es mi vida junto a ti.
Canta toda la noche para
que mis sueños vuelvan a gritar.
Eclíptica luciérnaga, di

mi nombre en el silencio de
tus labios y no perezca yo
en el cruel viento efímero
que a la eternidad teme.

Tu cuerpo, aunque fugaz, es el
secreto que quiero descifrar,
tu olor en mi piel impregnar,
aunque sea pasajero del

unicornio alado que tan
intensamente buscas en mi.
Sólo sueños, ilusiones sin
esperanza, sólo tu sabrás

hacer renacer al dios en el
que las brujas abandonaron
sus terribles falacias. Tu don
es bello, mi cuerpo inerte.

Veo en el bosque el árbol
donde tu figura tallé,
aun siendo el bosque la calle
y esta tinta un arrebol

de una tarde que pasaré
soñando tu regreso a la
ciudad donde la poesía
está en manos del tunante.

Tengo frío y ya es tarde,
está helando y tus ojos
se cierran de cansado llanto,
me desvanezco en tu mente.

Centinela


¿Qué sabes de la
Noche, centinela?
Djuna Barnes



Tu que te paseas por la noche,
tu que miras las estrellas de mí
cielo, how is the night in the sky?
¿cómo ve mis ojos esta muerte?

Guardián de los espejos,
dame la señal de la
partida, si ya está
mi ser en su listado

Cuando la parca avance
en busca de este cuerpo,
veré, oh guardián, tu rostro
¿serás demonio o ángel?

Los reflejos son el grito
de tu capricho y ego,
mis sueños los limitas o
determinas los actores.

Mefisto o querube,
la danza negra ya no
será el rito de lo
que a mi vida rige.

La muerte me atrapó,
oh guardián de los
espejismos, ¡ya no soy!

Terribilita


María Magdalena y María la de José
miraban donde se le ponía.
San marcos (15-47)


El cuerpo yerto en los brazos de la madre
Despojado de sus vestiduras, de su fama, de su vida
En su rostro la mas bella calma después de la perfidia
Después de la agonía su largo cabello dócil, pétreo quedó, inerte.

Los brazos frágiles de una madre longeva
Cansados de la carga eterna que les fue encomendada
Puros como ningunos, en su gracia
Ya su mirada se dirige al cielo, ya a la tierra

De la pregunta ahora formulada no hay respuesta
Ya lo besa, lo acaricia, lo mima como en su infancia
Lo recuerda mientras hablaba a sus hermanos, o con un martillo y madera
Lo recuerda, su tristeza es de madre, una gota resbala en su mejilla

Sus rudas mejillas no sonreirán más a esos niños
Sus sabios consejos fueron acallados sin piedad
Que triste fue esa historia, ¡qué importa un cielo de mentira o de verdad!
Qué harán ahora sin la guía sus hermanos

Después de tantos años de cargar con su destino
Ese pesado destino que acepto por amor
El lo cargo durante un día
Ella toda la vida

jueves, agosto 10, 2006

Sierpe Ciudad


¡Miente ciudad!
Sobre el color de tus paredes
¡Miente!
Sobre el sabor de tus
Cloacas ¡miente!

Miente ciudad,
Inventa arco iris con tu aceite
¡Miente!
Traza paraísos con tus dédalos
¡Miente!
Encrespa tus pestañas de ramera

¡Miente!
Viste de magos a tus brujos,
Maquilla de héroes a tus viles

Miente
Enamórame
Hechízame
Atrápame
Otra vez.

miércoles, agosto 09, 2006

Nocturno con flores

En el día de la noche simple,
Cuando duerma
-Al fin-
Bajo dulces flores de cicuta,
Recuerda
¡Oh parca!
Diosa de las flores silvestres,
De alados pies,
Y dedos galopantes,
Que me encadenaste
A tus caprichos insolentes,
Que prendiste mi corazón
A tu perfume,
Que quebraste mi voluntad
Como a una espiga.

Recuerda
¡Oh dulce!
Adamantina
Prestidigitadora,
Mantis citadina,
Que robaste mi futuro
Y sembraste mi pasado
Con orquídeas.
Que alelaste mi corazón
Con tu sonrisa,
Que sanaste mis lamentos
Con tus labios.

El día de la noche simple,
Cuando el no ser
Entre a mi vera,
Recuerda,
¡Oh sibilina!
Esa otra noche de dionisiaca lumbre,
Recuérdala, oh Maga cortaziana,
Para después olvidarme
Para siempre.

martes, agosto 08, 2006

LA MUJER DEL MERCADER DEL RÍO: UNA CARTA... Ezra Pound





Cuando yo todavía llevaba el pelo cortado sobre la frente
jugaba en el portal delantero, recogiendo flores.
Tú viniste con zancos de madera jugando a los caballos,
caminaste junto a mi asiento, jugando con ciruelas azules
y seguimos viviendo en el pueblo de Chokan:
dos niños, sin aversión ni sospecha.

Con catorce años me casé con vos, mi señor.
Nunca me reía porque era tímida.
Bajaba la cabeza y miraba a la pared.
Aunque me llamaran mil veces, nunca volvía la cabeza.

Con quince años dejé de fruncir el ceño,
deseaba que mi polvo se mezclara con el tuyo
para siempre y para siempre y para siempre.
¿Para qué seguir vigilando?

Te fuiste cuando yo tenía dieciseis años,
te fuiste a la lejana Ku-to-yen, junto al río de los remolinos,
y has estado fuera cinco meses.
Los monos hacen un ruido muy triste por ahí arriba.
Cuando te fuiste arrastrabas los pies.
En el portal ahora ha crecido el musgo, musgos
distintos,
¡demasiado profundos para limpiarlos!
Los hojas caen pronto este otoño, por culpa del viento.
Las mariposas emparejadas ya amarillean en el agosto
sobre la hierba del jardín del oeste;
me duelen. Me hago vieja.
Si has de venir por los vados del río Kiang,
por favor, házmelo saber de antemano
y yo saldré a recibirte,
iré hasta Cho-fu-sa.



Por Rihaku

Oigan


" Oigan: si encienden las estrellas
es porque alguien las necesita, verdad?,
es que alguien desea que estén,
es que alguien llama perlas a esas escupitinas.
Resollando tormentas de polvo
del mediodía penetra hasta Dios,
teme haber llegado tarde, llora.
Le besa la mano carniseca,
implora que pongan sin falta una estrella,
jura que no soportará este tormento inestelar,
y luego anda preocupado,
aunque aparenta calma.
Dice a alguien:
Ahora no estás mal, eh?
A que ya no tienes miedo?
Oigan si encienden las estrellas
es porque alguien las necesita, verdad?
Es indispensable que todas las noches sobre los tejados
arda aunque sea una sola estrella. "

Vladimir Mayakovsky

sábado, julio 08, 2006

RELATO DE SERGIO STEPANSKY


¡Juego mi vida!
¡Bien poco valía!
¡La llevo perdida
sin remedio!

Erik Fjordsson.

Juego mi vida, cambio mi vida,
de todos modos
la llevo perdida...

Y la juego o la cambio por el más infantil espejismo,
la dono en usufructo, o la regalo...

La juego contra uno o contra todos,
la juego contra el cero o contra el infinito,
la juego en una alcoba, en el ágora, en un garito,
en una encrucijada, en una barricada, en un motín;
la juego definitivamente, desde el principio hasta el fin,
a todo lo ancho y a todo lo hondo
—en la periferia, en el medio,
y en el sub-fondo...—

Juego mi vida, cambio mi vida,
la llevo perdida
sin remedio.
Y la juego, o la cambio por el más infantil espejismo,
la dono en usufructo, o la regalo...:
o la trueco por una sonrisa y cuatro besos:
todo, todo me da lo mismo:
lo eximio y lo rüin, lo trivial, lo perfecto, lo malo...

Todo, todo me da lo mismo:
todo me cabe en el diminuto, hórrido abismo
donde se anudan serpentinos mis sesos.

Cambio mi vida por lámparas viejas
o por los dados con los que se jugó la túnica inconsútil:
—por lo más anodino, por lo más obvio, por lo más fútil:
por los colgajos que se guinda en las orejas
la simiesca mulata,
la terracota nubia;
la pálida morena, la amarilla oriental, o la hiperbórea rubia:
cambio mi vida por una anilla de hojalata
o por la espada de Sigmundo,
o por el mundo
que tenía en los dedos Carlomagno: —para echar a rodar la bola...

Cambio mi vida por la cándida aureola
del idiota o del santo;
la cambio por el collar
que le pintaron al gordo Capeto;
o por la ducha rígida que llovió en la nuca
a Carlos de Inglaterra;
la cambio por un romance, la cambio por un soneto;
por once gatos de Angora,
por una copla, por una saeta,
por un cantar;
por una baraja incompleta;
por una faca, por una pipa, por una sambuca...

o por esa muñeca que llora
como cualquier poeta.

Cambio mi vida —al fiado— por una fábrica de crepúsculos
(con arreboles);
por un gorila de Borneo;
por dos panteras de Sumatra;
por las perlas que se bebió la cetrina Cleopatra—
o por su naricilla que está en algún Museo;
cambio mi vida por lámparas viejas,
o por la escala de Jacob, o por su plato de lentejas...

¡o por dos huequecillos minúsculos
—en las sienes— por donde se me fugue, en grises podres,
toda la hartura, todo el fastidio, todo el horror que almaceno en mis odres...!

Juego mi vida, cambio mi vida.
De todos modos
la llevo perdida...

León de Greiff

jueves, julio 06, 2006

Puede Ser


Variaciones sobre un tema de JM Roca
puede ser la pagina en blanco
el silencio de los viejos
la noche en farsalia
puede ser

puede ser la limpia tortura del que ha vuelto
la calma que se respira en el cadalso
las hojas los troncos las semillas pueden ser

puede ser la luz que no permite
la oscuridad ascechante
el miedo al despilfarro

puede ser la piel del que está ausente
puede ser

miércoles, julio 05, 2006

Es este amor


Es este amor que a oscuras
Se entreteje
Que se constituye como la luz
Divina

Es este amor que de los dedos
Fluye
Y nos da la vida como un
Mapa antaño conocido

Es este amor
Que de las bocas nace
Y reposa en los poros
Como el loto sobre el lago

Es este amor
Que se entierra bajo las uñas
Los ojos, la dulzura

Es este amor que nos tortura
Haciéndonos felices
Casi humanos

domingo, junio 25, 2006


una vez más a Paola

Tengo sueño otra vez,veo a lo lejos siluetas que danzanalrededor de un fuego eterno,son blancas y negras,largas y cortas,pero todas... todas son hermosas,contorsionan su cuerpo hasta sentir el deliriogritan y saltan,corren y caen,lloran, copulany luego me ven...una se acerca lenta e irresponsablementeentonces comienzo a vercabello hasta los hombros,delgada cintura,se mueve con increíble sensualidady me lleva al nirvana...está más cerca,sus ojos son de fuego,ya no es una siluetay siento miedo,se mueve entre lo apolinio y lo dionisiaco,ya la he visto antes,estoy inmóvil y prófugo,incólume y desbordado,se detiene frente a mí...siento sus helados dedos en mi rostro,mi rostro que arde incesante,me besa y sus labios son de seday saben a opio,y me enseña un lenguaje universal,y lo hablo con dios y con Diosy ya no quiero hablar másentonces me entrego indefenso a sus caprichos...tengo sueño otra vez,veo a lo lejos una siluetaque me mira mientras danzoalrededor de un fuego eterno...

lunes, junio 19, 2006

XVIII


Para terminar la noche sin cuervos,
para evitar la caída del reino,
solicito al juez y su jurado
nociones de tus caricias y besos.

Un rastro brillante de girasoles,
un esbozo de tu cuerpo único,
la semblanza de tus cristales pardos,
la sospecha de tus sueños sensibles.

Para evitar la quema de Roma,
solicito, no sólo tu imagen,
no sólo el recuerdo del Edén,
exijo tan bien tu cuerpo, sophia.

sábado, junio 10, 2006

Discurso de "El Gran Dictador" Fragmento





“Lo siento, pero no quiero ser emperador. No es lo mío. No quiero gobernar o conquistar a nadie. Me gustaría ayudar a todo el mundo -si fuera posible-, a judíos, gentiles, negros, blancos. Todos nosotros queremos ayudarnos mutuamente.Los seres humanos somos así. Queremos vivir para la felicidad y no para la miseria ajenas. No queremos odiarnos y despreciarnos mutuamente. En este mundo hay sitio para todos. Y la buena tierra es rica y puede proveer a todos.“El camino de la vida puede ser libre y bello; pero hemos perdido el camino. La avaricia ha envenenado las almas de los hombres, ha levantado en el mundo barricadas de odio, nos ha llevado al paso de la oca a la miseria y a la matanza. Hemos aumentado la velocidad. Pero nos hemos encerrado nosotros mismos dentro de ella. La maquinaria, que proporciona abundancia, nos ha dejado en la indigencia. Nuestra ciencia nos ha hecho cínicos; nuestra inteligencia, duros y faltos de sentimientos. Pensamos demasiado y sentimos demasiado poco. Más que maquinaria, necesitamos humanidad. Más que inteligencia, necesitamos amabilidad y cortesía. Sin estas cualidades, la vida será violenta y todo se perderá”. “El avión y la radio nos han aproximado más. La verdadera naturaleza de estos adelantos clama por la bondad en el hombre, clama por la fraternidad universal, por la unidad de todos nosotros. Incluso ahora, mi voz está llegando a millones de seres de todo el mundo, a millones de hombres, mujeres y niños desesperados, víctimas de un sistema que tortura a los hombres y encarcela a las personas inocentes. A aquellos que puedan oirme, les digo: “No desesperéis”. La desgracia que nos ha caído encima no es más que el paso de la avaricia, la amargura de los hombres, que temen el camino del progreso humano. El odio de los hombres pasará y los dictadores morirán, y el poder que arrebataron al pueblo volverá al pueblo. Y mientras los hombres mueren, la libertad no perecerá jamás”.

Es un fragmento de Charles Chaplin en su conocida pelicula "El Gran Dictador" un texto bellisimo para una bellisima pelicula.

domingo, junio 04, 2006

Habito


Desde 1981 habito en un mundo extraño, tan extraño es este triste mundito que resulta ser más real lo que aparece en las pantallas de cine que en mi cotidiana experiencia, valga decir que 24 años es poco o nada comparándolo con la matusalenica edad de Álvaro Mutis, residente desde 1923, y es que releyendo algunos de sus versos y ahora que compre el libro de este escritor publicado por la UN lo tengo bastante cerca de mis referentes. Entendamos que no se trata de negar la realidad, esa tediosa realidad que se nos convierte en cierta no solo a través de la pantalla de televisión en horario de noticiero, si no más bien a cada salida y tropiezo con un sin fin de desdichados, esos que conocí primero en las pantallas que en el asfalto puro y duro de mi ciudad. Los indígenas que me mostraban las peliculitas estadounidenses no se llamaban indígenas, eran salvajes... los malos eran rusos o alemanes, también estaban los buenos amarillos que de arroz si sabían y parece era la única razón para no exterminarlos, porque para chop suei no hay quien les gane. Era mucho más sencillo entender el mal delimitado por las fronteras, el acento brusco y la bandera roja... y tan seguros bajo el fusil aun humeante de Rambo, o Comando o cualquier superman bizarro que creaban para sentirse nuestros padres protectores, y claro, ante tal tranquilidad nos pusimos a leer, nos pusimos mis libros y yo porque parece que en mi generación esa es una practica arcaica o propia de iniciados en un club subterráneo y misterioso. El caso es que mientras más leía más extraño era todo, decidí no tomar muy en cuenta la realidad que me mostraba mi calle de ladronzuelos rapaces y puticas jóvenes y baratas, a fin de cuentas afuera estaban los sheriffs de las películas.
Baudelaire me hablaba de unos mendigos que para mi solo eran posibles en una Francia lejana, húmeda y sucia, Gorki pasaba junto a mi en unos caballos gigantescos y magníficos, solo posibles antes que esa mala gente se volviera comunista y asesina y demente y peligrosa y un sin fin de yes.

Así crecí entre unos libros viejos o viejos los autores, pero como no solo de literatura vive el hombre fui de nuevo al cine, o el cine vino a mi, que para el caso es lo mismo, y vi volar una estatua de Lennin por el centro de Berlín, y colgaban pancartas de coca cola en las paredes, y los carros suntuosos y brillantes a los que yo me había acostumbrado, los vi mezclarse con esos vejestorios Lada o similares propios de los anacrónicos dementes.
Supe también de casas en las que las dagas volaban, o viajeros y magos que aunque ni chinos, ni japoneses, si amarillos y oji rasgados que nadie tubo la decencia de presentarme y los asimile como malvados.

El mundo del bien y del mal del que a esta altura yo ya sospechaba, se termino de ir al suelo cuando desde la cuna de mis antiguos héroes cinematográficos, me mostraban como juegos pirotécnicos un sin fin de lucecitas que acababan con Simbad y mis mil noches y una noche de fantástica lectura.

Supe entonces que como a Casiopea, se me había hecho tarde, que la guerra había terminado o apenas comenzado, y que esta vez iba en serio, y que ya no tenia quien me protegiera, o a quien mirar con el odio de otros tiempos.

Amenaza


Bajo las uñas guardo el recuerdo de su cuerpo,
sus gemidos en las puertas y en las hojas,
parto de huida y nacimiento,
su presencia se promete en cada sombra,
cada destello me evidencia,
me sumerjo en las paredes, ajenjo, crepúsculo,
Damian que de mis rejas cuida, soy incapaz de regalar mi aroma,
ahora he sido enclaustrado en su perfume,
suyo de arte a parte,
qué de mi cuerpo me pertenece ahora,
estas lineas son casi femeninas.

París


Aún arde París de deliciosos olores y sabores?
Aun pululan los maravillosos espíritus de Baudelaire o Rambaud?
Se ve escondiéndose en las esquinas a Mallarme?
Se sigue pintando con pinceles o cinceles las viejas calles de Paris?
Cuentame como va Suskin, ya encontró en tu piel el perfume deseado?

Midas


De un tiempo a esta parte me carcome la duda, ¿si no me hubiese ido? ¿qué tan lejos hubiesemos llegado? me fui un poco por ti y otro tanto por mi, me hundía y en mi caída te llevaba conmigo, es cierto que puede ser un argumento falaz para distraer mi temor a la lucha conjunta y una derrota mayor, que puedo esperar más que sangre donde los cultivos tienen como alimento huesos y tristeza, que podía esperar de nuestro destino si siempre el sino se empeña en cegarnos como a Edipo, una noche precede a la otra, nos arrebataron el sol con alevosía. Lamento causar dolores, pero creo firmemente en que siempre serán menores frente al desamor inevitable, partir antes que la lluvia arrecie, dejar los edificios antes que verlos arder, una suave eutanasia antes que el cáncer devore, perdona mi ausencia, siempre has tenido la magia, siempre soñaste con cosas que para mi son quimera vana, absurdo sería decir que no te amo, pero se me atragantan las palabras, malvivientes me ahogan, me precede la miseria, soy una suerte de Midas a la inversa pero con iguales resultados.

Farsalia


Cuanto duele saberse traicionado por los más queridos, rabia inmensa y dolor fuerte, de lágrimas ya no podemos saber y siguen brotando a raudales, riela la tristeza en cada gota que rueda por el rostro, un vacío estomacal como de hambre desconocida, insaciable con la pobre comidita del cuerpo, ávida de abrazos y caricias, pero de quién si todos se vuelven sospechosos de posible afrenta, luego la soledad inmensa, ese otro vacío más profundo que deja prófugo al cariño y proscrita a la ternura.
No podemos asegurar nada de nadie, más valdría desde siempre la precaución de no entregar el corazón, lobos famélicos acechan desde siempre.

Luego alguien se acerca con una sonrisa milagrosa como la tuya y no queda más remedio que rendirse, volver a creer que vale la pena arriesgar la carne, la sangre y el aliento, como dicen en la nacho, por la vida hasta la vida misma , dejar que fluyan libres los perfumes del cuerpo hacia donde un extraño magnetismo halan, mejor si hay de por medio una piel como la tuya, una voz como la tuya, una luz como la tuya.

Hablo de mi, de mis mil y un decepciones con esta raza de lobos en jauría, de esta horda infame que se empeña en rasgar mis vestidos y saciar su sed con mi llanto, hablo del dolor de todos, del perdón atravez de la redención de un ser mágico, para unos un tal Jesús de Belén, para otros Mahoma, para mi una libélula carnívora y veloz, maravillosa asesina de tristezas.

Nocturno


cadencioso aroma de viejos habitantes,
se va abriendo con el alba tu manto, voladora,
carnivora, fulminante destello de los cerros orientales,
Serpenteas en mis dedos con pausa lujuriosa,
me acechas desde los rincones de un animal blanco,
frivolo residente de una tierra en llamas,
espectro de las luces que en otro mundo brillan,
colmado de improperios, vetusto por sables oxidados,
relamiendose las fauses de los versos devorados.
Asaltas mi refugio antaño solitario,
derramas hadas, duendes y angeles perdidos
en la ambrosia de tus pechos,
Me embistes con destinos de odiseo siempre ausente,
me condenas a vagar por tu espesura.
Hola... momento, estoy a punto de encender el cigarro que tengo entre mis labios.... NO DEBES FUMAR EN LA EMISORA, HEY ES EN SERIO; APÁGALO YA... si ya voy, ya abrí la puerta, guau, que noche fabulosa, la viste? La luces se entrelazan sobre los tejados, escenario perfecto para gatos noctámbulos, expertos en pericias amatorias sobre tejas fracturadas por el tiempo. La música de las cigarras tengo que traerla de los recuerdos porque aquí no suenan mucho más que autos y claro la emisora. En Caracas era bello el ulular casi agobiante de las cigarras, y como una cosa lleva a la otra ahora recuerdo mi caballo al que le tenia un pánico tremendo, luego aprendí a casi soltar las riendas y dejar que me llevara a los lugares que él prefería, alguna vez galope a pelo, fue maravilloso sentir su pelo en mis piernas, la brisa caliente de los llanos, el agua clara de un arroyo que cruzaba por la finca (hacienda sería pretencioso aunque tenia 22 hectáreas), luego y un poco más reciente, las visitas a Anolaima, la finca que aun tiene mi tío y que se reduce a dos fanegadas (¿cuánto es una fanegada?) llena de naranjos y mandarinos y maizales donde esconderse, hasta que el olor de la gallina fresca se colaba por las sendas y ya no había remedio, correr colina arriba a comer, la leña crepitando entre el fogón, la sonrisa infinita de mi madre, mi abuela que pasaba entre las manos una paz que sólo se gana con los años (o esa es la esperanza), el jugo de naranja, la mazorca en el asador, el platanito indispensable, el consomé de la gallinita tan amable, luego la llovizna densa que invita a dormir un ratito, el silencio acompañado por los pájaros, el perro que a lo lejos, las rancheras de mi tío, el café con panela, mmm, dónde está todo eso ahora? creo que a los 24 años he perdido más cosas de las que debí, o las cambie por una calma chicha que sólo se compensa con los brazos de la amada. No sabia que tuviera tan buenos recuerdos, ese palpitar indómito que tengo entre pecho y espalda fue un regalo de un galopar antiguo, es cierto que mi caballo era más un rocín que una babieca pero era mío en un lugar al que ya nadie podrá entrar a hurtar, imagino que luego con más canas y más mediaszuelas en mi alma estos serán también gratos recuerdos, una mujer maravillosa con quien conversar, vía mail, telefónica, o face to face.

Tengo

Tengo un gato triste dibujado en la pared
si te fijas en su pelo
encontraras las huellas de tus manos
Tengo una mariposa bailadora,
llena de una nostalgia abrumadora,
tiene entre sus alas el aroma
de los besos y los ojos de una suerte de gitana.
Tengo la más bella de las hadas
que revolotea en la ventana
a la espera de noticias
que me trae la mañana.
Tengo tanta y tanta soledad acumulada
que tus besos me urgen
que mis caricias te llaman
dónde te escondes
libélula de praderas encantadas.

jueves, mayo 25, 2006

Versos Amargos

A Ruth por el cigarro

y el café de luego.

Mi nombre, me enseñaron en la escuela, es largo e impronunciable, tendido como un buen augurio es inofensivo, simple como la maleza que crece en las aceras...

¿Aun desconoces mi nombre?

Se gestó en salones/salobres de sudor y/o llanto (que cliché), viendo un paisito distinto al que se vivía en los campos, creyendo de a pocos una verdad insospechada, bien oculta y fragmentada, abandonada en un rincón lleno de grietas donde mis dedos aprovechaban para esconderse, como lagartijas tímidas.

Crecí en medio de mimos, como el Buda, y como a él me enterraron la tristeza en medio de los hombros, pero yo enano, nunca Buda, termine peleándole unos versos amargos a la muerte.

viernes, marzo 31, 2006

A Luna Valentina


Del tigre tibio y a la espera,
a ese otro del que Borges narra,
nos cabe entre hoja y pluma
los ciervos, los venados,
la espesura de la selva,
la tinta, el despilfarro, el libro en el estante.

Entre tu piel limpia y fresca
y esta hoja que se agota,
entre tu nombre en labios de tus padres
y los versos que de mi mano fluyen
cabe la historia universal entera;
los árboles, sus frutos, las cavernas,
las guerras, los dioses, el abismo,
los hombres, las mujeres,
la ternura que rebosa entre los dedos,
las uñas y los dientes.

Y aun cuando la distancia es insalvable,
aun cuando mientras más se enfría la tinta
más se alejan mis versos de tu vida,
aun cuando jamás tu boca será el grafema,
sino la generosa puerta que franquea el paraíso,
la mano no se detiene;
tinta, pluma y hoja fraguan el poema.

lunes, marzo 13, 2006

LOS ESTATUTOS DEL HOMBRE


Thiago de Mello - Traducción de Pablo Neruda

Artículo 1
Queda decretado que ahora vale la vida, que ahora vale la verdad, y que de manos dadas trabajaremos todos por la vida verdadera.

Artículo 2
Queda decretado que todos los días de la semana, inclusive los martes más grises, tienen derecho a convertirse en mañanas de domingo.

Artículo 3
Queda decretado que, a partir de este instante, habrá girasoles en todas las ventanas, que los girasoles tendrán derecho a abrirse dentro de la sombra; y que las ventanas deben permanecer el día entero abiertas para el verde donde crece la esperanza.

Artículo 4
Queda decretado que el hombre no precisará nunca más dudar del hombre. Que el hombre confiará en el hombre como la palmera confía en el viento, como el viento confía en el aire, como el aire confía en el campo azul del cielo.

Parágrafo:

El hombre confiará en el hombre como un niño confía en otro niño.

Artículo 5
Queda decretado que los hombres están libres del yugo de la mentira. Nunca más será preciso usar la coraza del silencio ni la armadura de las palabras. El hombre se sentará a la mesa con la mirada limpia, porque la verdad pasará a ser servida antes del postre.

Artículo 6
Queda establecida, durante diez siglos, la práctica soñada del profeta Isaías, el lobo y el cordero pastarán juntos y la comida de ambos tendrá el mismo gusto a aurora.

Artículo 7
Por decreto irrevocable queda establecido el reinado permanente de la justicia y de la claridad. Y la alegría será una bandera generosa para siempre enarbolada en el alma del pueblo.

Artículo 8
Queda decretado que el mayor dolor siempre fue y será siempre no poder dar amor a quien se ama, sabiendo que es el agua quien da a la planta el milagro de la flor.

Artículo 9
Queda permitido que el pan de cada día tenga en el hombre la señal de su sudor. Pero; que sobre todo tenga siempre el caliente sabor de la ternura.

Artículo 10
Queda permitido a cualquier persona a cualquier hora de la vida el uso del traje blanco.


Artículo 11
Queda decretado, por definición, que el hombre es un animal que ama, y que por eso es bello, mucho más bello que la estrella de la mañana.

Artículo 12
Decretase que nada estará obligado ni prohibido. Todo será permitido. Inclusive jugar con los rinocerontes, y caminar por las tardes con una inmensa begonia en la solapa.

Parágrafo:
Sólo una cosa queda prohibida: amar sin amor.

Artículo 13
Queda decretado que el dinero no podrá nunca más comprar el sol de las mañanas venideras. Expulsado del gran baúl del miedo, el dinero se transformará en una espada fraternal, para defender el derecho de cantar y la fiesta del día que llegó.

Artículo Final
Queda prohibido el uso de la palabra libertad, la cual será suprimida de los diccionarios y del pantano engañoso de las bocas. A partir de este instante, la libertad será algo vivo y transparente, como un fuego o un río, o como la semilla del trigo y su morada será siempre el corazón del hombre.

Thiago de Mello

viernes, marzo 10, 2006

La alegría, el estandarte.


Somos incipientes prestidigitadores de este mundo, siempre experimentando sobre la marcha, no hay otro modo, no hay más vías.Salimos siempre empeñados en traer-nos la alegría, como si estuviera en alguna prenderí­a, como si realmente hubiese modo de portarla, como un estandarte, como un vestido -hoy me pongo el feliz amarillo que combina con estos zapatos nuevos....Ignaros siempre somos pero ¿tanto?Ahora me vienen con ruido de cadenas, siempre andamos con grilletes, tratando de caer en el pescuezo de alguien, con saña, con injurias, con propiedad privada, incluso sobre estas tristes tiritas de piel que somos todos, a mi con propiedad privada, que nunca he tenido nada porque todo es mío, parafraseando a Gonzalo Arango, a mi me vienen a imponer.De tiranos todos, todos de esclavos, quien podrá decir hasta donde o desde donde somos quienes dominan. Hoy entregas cosas tan sencillas como tu vestido, luego terminas cediendo el aire que respiras, verbigracia los amigos.Dominemos, eso está de moda, que lindo es ser tiranos de los otros, que nadie nos vea la cara de pendemos, que nadie nos vaya a dominar, yo te impongo, el te impone, ellos te imponen, nosotros te imponemos, que linda es la conjugación del verbo.Es cierto que andamos medio locos, medio tristes y medio pervertidos, pero ¿por qué tenderemos al suicidio? claro no me refiero a ese barato suicidio de lagrimas y puteadas que nos da el féretro tranquilo, si no a ese otro más lastimero de la idiotez perpetua, el asumir que el amor es una palabreja que se arroja en la cara de los otros como si cualquier cosa, sin dimensionarla realmente, libertad, respeto, diligencia...y un sin fin de bla bla bla maravilloso que nadie atiende.Sigan pues sumidos en ese amorcito baratero y mezquino que les deja el consumo o el temor a la simple soledad de nosotros con nosotros.Cierro con Silvio Mejor ser felices como nuestros padres y hacer de la lastima amores eternos,hasta que a la larga nos tape el invierno.