lunes, junio 19, 2006

XVIII


Para terminar la noche sin cuervos,
para evitar la caída del reino,
solicito al juez y su jurado
nociones de tus caricias y besos.

Un rastro brillante de girasoles,
un esbozo de tu cuerpo único,
la semblanza de tus cristales pardos,
la sospecha de tus sueños sensibles.

Para evitar la quema de Roma,
solicito, no sólo tu imagen,
no sólo el recuerdo del Edén,
exijo tan bien tu cuerpo, sophia.

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